martes, 23 de febrero de 2016

LECTURAS Y COMENTARIO III DOMINGO CUARESMA CICLO C - 28 FEBRERO 2016

“TODOS TENEMOS NECESIDAD DE CAMBIAR”.
  


ORACION COLECTA

Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo 3,1-8a.13-15

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza.».
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: «Moisés, Moisés.».  Respondió él: «Aquí estoy.».
Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.».  Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.» Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
El Señor le dijo: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel.».
Moisés replicó a Dios: «Mira, yo iré a los israelitas y les diré: "El Dios de sus padres me ha enviado a ustedes." Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?». Dios dijo a Moisés: «"Soy el que soy"; esto dirás a los israelitas: `Yo-soy' me envía a ustedes.». Dios añadió: «Esto dirás a los israelitas: "Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a ustedes. Éste es mi nombre para siempre: así me llamaran de generación en generación".».

SALMO RESPONSORIAL (102)

El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. R.

El Señor hace justicia 
y defiende a todos los oprimidos; 
enseñó sus caminos a Moisés 
y sus hazañas a los hijos de IsraelR.

El Señor es compasivo y misericordioso,  
lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10,1-6.10-12

No quiero que ignoren, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos. No protestéis, como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,1-9

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.  Jesús les contestó: «¿Piensen que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así?. Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.» .
Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?". Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas".».

COMENTARIO

Nuestro evangelio de hoy, se encuentra dentro de la narración del viaje a Jerusalén, es decir, del camino de Jesús y de todo el que quiera ser su discípulo. Jesús es informado del asesinato de unos galileos por soldados romanos. Nada dice el texto acerca de la intencionalidad de los informantes. Por el comentario de Jesús se deduce que lo que a Lucas le interesa es la lectura religiosa del hecho.
 Existía entonces, la creencia generalizada de que determinadas desgracias personales eran consecuencia de un pecado precedente. Contando con esa creencia hace Jesús la siguiente pregunta: ¿Creen que, por haber sufrido tal suerte, esos galileos eran más pecadores que el resto de galileos?
Las palabras posteriores dejan bien clara que la pregunta no es en realidad tal, sino que se trata de un recurso retórico para hacer una afirmación rotunda: Esos galileos no son más pecadores que el resto de galileos. Y añade: Y si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Este añadido es lo que a Jesús le interesa y no la creencia, en la que Jesús parece más bien no creer mucho. El problema no está en los muertos; el problema está en los vivos, que teorizan dando por sentado que la cosa no va con ellos.
El propio Jesús añade un segundo hecho, a partir del cual formula la misma pregunta retórica    cambiando únicamente de  personas. En vez de galileos habla de gente de Jerusalén. Galilea en el norte, Jerusalén en el sur. Galilea y Judea, es decir, la totalidad de Israel. La totalidad del pueblo de Dios es invitado a convertirse.
El texto concluye con la historia gráfica de una higuera que no da fruto, pero a la que no se arranca en la confianza de que lo dará. La parábola desempeña un doble papel, crítico y esperanzador. A su vez ilumina el sentido de la conversión, que no es sólo ruptura con algo mal hecho, sino también realización de algo nuevo y diferente.
Resumiendo: Todos tenemos necesidad de cambiar. Es lógico que deba rectificar si actúo mal. Pero, ¿qué debo rectificar si actúo bien?
Lo sorprendente del texto de hoy es que la invitación es válida en ambas hipótesis. En la primera el sentido de la invitación es obvio: dejar de actuar mal. Y esto cada uno lo sabe mejor que nadie.
En la segunda hipótesis el sentido de la invitación puede ser el siguiente: seguir siendo buenos pero de una manera diferente. Este matiz de estilo puede ser esencial que llegue a invalidar la bondad en la que nos sentimos instalados. El caminar cristiano tiene más de estilo y de modo que de contenidos morales. Estos últimos se comparten con los no cristianos; el estilo y el modo, no. Desafortunadamente hemos sido enseñados a identificar y confundir caminar cristiano y caminar moral

PLEGARIA UNIVERSAL

Amar a Dios y amar al hermano, era el plan establecido por Dios para la creación. Y tras la caída, Cristo viene a darnos claro ejemplo de la calidad de dicho Amor: hasta la muerte:

1.- Por la Iglesia en el mundo para que en este tiempo de Cuaresma, a través de la lectura y meditación de la Palabra de Dios, despertemos nuestro espíritu de servicio y de entrega como Cristo nos encomienda en su evangelio. Roguemos al Señor.

2.- Por los catequistas de nuestra parroquia para que, a ejemplo de los Santos Padres de la Iglesia, defensores de la doctrina católica sean personas de mucha sensibilidad espiritual y estén preparadas para dar razón de la esperanza cristiana. Roguemos al Señor.

3.-  Por los catecúmenos que han decidido seguir y profundizar el misterio de Cristo para que el Señor obre en sus corazones el milagro de la fe y el compromiso de ser testigos del evangelio en el mundo. Roguemos al Señor.

4.-  Por los matrimonios jóvenes, para que cada día, con la ayuda de Dios, descubran la riqueza del sacramento, el amor, la fidelidad y la mutua entrega y reconociéndolos vivan con alegría. Roguemos al Señor.

Señor, ayúdanos a prepararnos para celebrar la Pascua, en la que celebramos el recuerdo de nuestro bautismo, no como un acontecimiento del pasado, sino como una fuerza presente que nos hace vivir plenamente nuestra vocación, nuestros compromisos cristianos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedios, Señor que la celebración de este eucaristía perdone nuestras deudas y nos ayude a perdonar a nuestros deudores. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Alimentados ya en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación te suplicamos, Señor que se haga realidad en nuestra vida lo que hemos recibido en este sacramento. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 29: Ry.5, 1-15ª; Sal 41; Lc. 4, 24-30.
Martes 01: Da. 3, 25.34-43; Sal 24; Mc. 18, 21-35.
Miércoles 02: Deut. 4, 1.5-9; Sal 147; Mt. 5, 17-19
Jueves 03: Jer. 7, 23-28; Sal 94; Lc. 11, 14-23.
Viernes 04: Os. 14, 2-10; Sal 80; Mc. 12, 28b-34.
Sábado 05: Os. 6, 1-6; Sal 50; Lc. 18, 9-14.
Domingo  06: Jos. 5, 9ª.10-12; Sal 33; Cor. 5, 17-21; Lc. 15, 1-3.11-32.



COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc 13, 1-9

Siempre se ha hablado de muertes trágicas. En la época de Jesús, el rumor público hacía las veces de radio o televisión. Pilato acaba de eliminar a unos galileos. Y Jesús recuerda entonces a los 18 que habían muerto al derrumbarse una torre, para sacar de estos dos hechos una lección sobre la muerte repentina. Existía entonces, la creencia generalizada de que determinadas desgracias personales eran consecuencia de un pecado precedente. Jesús niega el vínculo entre esos sucesos y una culpabilidad  de cualquier tipo. A continuación añade: Y si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Este añadido es lo que a Jesús le interesa y no la creencia, en la que Jesús parece más bien no creer mucho. El problema no está en los muertos; el problema está en los vivos, que teorizan dando por sentado que la cosa no va con ellos. ¿Estamos preparados para una muerte repentina? Una confesión general sería una forma de ponernos en regla; pero un mes más tarde, ¿cómo estaríamos?, volverían nuestras tendencias y nuestras faltas, no es ésa realmente la solución.
Recuerda alguien que una vez tuvo que arrancar unos cardos que habían invadido un rincón del jardín.  Le prestaron una hoz y las arrasó; pero volvieron a brotar más abundantes que nunca. Uno más astuto le dijo: ”Hay que ir a las raíces, ¡bien hondo!”. Para  estar siempre preparados a morir, no hay nada mejor que arrancar las malas hierbas en profundidad. Jesús le llama a esto: “Ponerse a hacer penitencia”. Y en forma de parábola añade una severa advertencia: “¡Despierten!. Ya pasan años sin dar fruto. ¡Ya basta!”.
Buena meditación en tiempos de cuaresma, unos días que se nos ofrecen cada año para lograr finalmente la famosa conversión de la primera llamada del evangelio: “Den el fruto que corresponde al arrepentimiento” (Lc. 3, 8). Podemos ver la conversión como una parada, como un cambio de dirección o como una producción. Un hombre avanzaba de cualquier modo, produciendo lo mejor y lo peor. De pronto se para: “¿Qué es lo que estoy viviendo? ¿A dónde me lleva todo esto?”. Si todo va bien, se pondrá a rezar para ver claro y encontrar la fuerza de emprender un nuevo camino: el del evangelio. La esencia de la conversión es esa decisión de vivir en adelante según el evangelio. ¡Empezando cuanto antes a vivirlo!. Arrancar los cardos en profundidad, plantar buenos pensamientos, buenas decisiones y vigilar los frutos. Ver si después de haber escogido el evangelio se producen la verdad actos de evangelio. Entonces cuando en la tele, en el periódico o al teléfono nos enteramos de una muerte repentina, después de mostrar nuestra compasión y de rezar por el difunto podremos pensar pacíficamente en nuestra propia muerte. Resumiendo: Todos tenemos necesidad de cambiar.



2.- -"Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos...": Dos episodios violentos dan pie a Jesús para notar que no son sólo culpables los que sufren algún castigo, sino todos: los galileos y los habitantes de Jerusalén. Y que es necesario, por tanto, entrar en el camino de la conversión. El primer caso es el de unos galileos que fueron muertos mientras ofrecían un sacrificio. Parecería que se trataba del sacrificio del cordero pascual que debía realizarse en el recinto del Templo. No sabemos a qué hecho se refiere el evangelista; per sí sabemos, por ejemplo, que Pilato actuó violentamente contra los samaritanos cuando subían a su santuario de Garizim, el año 35 d.C.
-"Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé": Se trata de una de las torres de la antigua muralla de Jerusalén, cerca de la piscina, en el torrente Cedrón. Parecería que es un hecho conocido, recientemente, por los oyentes de Jesús. Uno y otro hecho desembocan en una advertencia: "si no os convertís, todos pareceréis de la misma manera".
-"Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera...": La parábola que Lucas añade en este contexto refuerza la advertencia sobre la conversión. Los galileos y los que murieron bajo la torre, no murieron porque fueran más pecadores que los demás. Toda muerte repentina debe hacernos mirar hacia nosotros mismos: tenemos un tiempo para nuestra vida y debemos aprovecharlo. La llamada de Jesús es la última oportunidad que se nos da; como en la parábola, a la higuera se le da un tiempo para que no sea improductiva.
J. NASPLEDA
MISA DOMINICAL 1995, 4



3.- El evangelio nos reconcilia con el Dios de la misericordia y de la paciencia. Interpretando Jesús unos hechos recientes de muertes violentas y desgracias, enseña claramente que no son castigos, que Dios no entra en ese juego. Lo mismo dirá cuando le pregunten sobre el pecado del ciego de nacimiento. Que nadie juzgue al otro. Que todos nos juzguemos a nosotros mismos.
No acabamos de convencernos de que Dios no castiga, que Dios no quiere la muerte, que todo sucede según las leyes naturales, para malos y buenos. Es casi blasfemo decir, cuando alguien muere prematuramente: «Dios lo ha querido», «Dios se lo ha llevado». ¿Tanta prisa tiene Dios, con toda una eternidad por delante? ¿Le necesitaba Dios más que sus hijos o sus padres? La diferencia entre los buenos y los malos no está en que se sufra más o menos, sino en la manera de sufrirlo.
El Dios de la paciencia. Dios no castiga, sino que espera, como el agricultor el fruto. Una paciencia infinita, un año y otro... y otro.
CARITAS 1995.Pág. 81



viernes, 19 de febrero de 2016

LECTURAS Y COMENTARIO II DOMINGO CUARESMA CICLO C - 21 FEBRERO 2016

SU ROSTRO SE TRANSFIGURÓ
LECTURAS Y COMENTARIO II DOMINGO CUARESMA CICLO C - 21 FEBRERO 2016  


ORACION COLECTA

Señor, Padre santo, tu que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 15,5-12.17-18

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo: «Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.» .
Y añadió: «Así será tu descendencia.» Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor le dijo: «Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra.».
Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?».
Respondió el Señor: «Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.».
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abran en estos términos: «A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.».

SALMO RESPONSORIAL (26)

El Señor es mi luz y mi salvación

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?.
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?. R.

Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mí corazón:
«Buscad mi rostro.». R.

Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilioR.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3,17–4,1

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escúchenle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

COMENTARIO

Lucas en el evangelio de hoy se centra en primer lugar en Jesús. Mientras ora, su rostro y sus vestidos empiezan a resplandecer. Dos hombres, también resplandecientes, le hablan de su resurrección en Jerusalén. A continuación se centra en Pedro, Juan y Santiago. No comprenden, y ante la marcha de Moisés y Elías se ofrecen voluntarios a construir alojamientos. Pero una nube envuelve a los tres seres gloriosos con el consiguiente miedo de Pedro y sus dos compañeros, que oyen cómo una voz les habla de Jesús.
Comentemos:  Trasladémonos al capítulo 24 de Lucas. Unas mujeres descubren que el sepulcro de Jesús está vacío. De repente se les presentan dos hombres con vestidos refulgentes.
El miedo se apodera de ellas y los dos hombres les dicen que Jesús vive. Hay demasiados elementos comunes en ambos relatos para no ver que entre ellos existe una relación intencionada por parte del autor.
Esta relación nos ayuda a comprender el sentido del texto de hoy. En él no se trata de la muerte de Jesús, sino de su vida gloriosa. Nos hallamos ante una anticipación de esa vida. Es curioso y significativo el término empleado por Lucas para designarla: éxodo, salida. De Egipto a Israel fue el éxodo-tipo, el inicial, el nuclear. Pero este inicio y este núcleo se han ido ampliando y desarrollando hasta culminar en el éxodo de Jesús, en su salida de la muerte a la vida. De la muerte real a la vida real. Los éxodos anteriores, representados por Moisés y Elías, se dan cita en este último y en él tienen su culminación. Todo es fabuloso y todo es real en él. Es la realidad de la vida de Jesús a pesar de la muerte. No es fácil, sin embargo, la captación y aceptación de esta realidad. El desconcierto de Pedro y sus dos compañeros lo ejemplariza. La transfiguración, que el evangelista sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido otra cosa que una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento para seguir caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que todo se cumpla y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9). El domingo pasado contemplábamos a Jesús fiel a su vocación terrestre, sin caer en la tentación de forzar a Dios y sin ángeles a su servicio. Hoy es el propio Dios quien sale al encuentro de Jesús. Pedro y sus compañeros se asustan. Temen que la nube, símbolo de la presencia de Dios, vaya a destruir a quienes ha envuelto. Muy al contrario, es el propio Dios quien acredita a Jesús. Escúchenlo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Jesús, ha mostrado hoy su Gloria. Cristo da plenitud a todo el Antiguo Testamento y nos lleva al Padre. Hoy pedimos a través de Él, que nos cieguen los reflejos de este mundo y vivimos siempre guiados por la luz de la Transfiguración:

1.- Por la Iglesia universal, de manera especial por el Papa y los Obispos para que, fortalecidos con el espíritu de Cristo y con su entrega generosa, no desmayen ser sus testigos  y signos creíbles de esperanza para todas las naciones. Roguemos al Señor.

2.- Por todos nosotros los laicos comprometidos de nuestra comunidad, para que en este tiempo de Cuaresma, animados por la Palabra de Dios, seamos fieles a la vocación que hemos recibido de Dios y gastemos nuestra vida al servicio de la Iglesia. Roguemos al Señor.

3.- Por los miembros de nuestras comunidades, para que, reanimados por el espíritu de la Cuaresma, se acerquen a la Iglesia, retornen al encuentro con los hermanos y pongan en práctica las obras de misericordia. Roguemos al Señor.

4.- Por las vocaciones religiosas y sacerdotales para que el Señor suscite en el corazón de muchos jóvenes  la vocación y la valentía    de  ser  testigos  especiales de Cristo para nuestros pueblos. Roguemos al Señor.

A transfiguración es un misterio no solo para admirar y contemplar sino también para vivir. El tiempo de Cuaresma nos invita a  escuchar los llamados a la conversión, a llevar una vida conforme al Evangelio de Jesucristo, a compartir fraternalmente con los demás, en especial con los más necesitados,    a  intensificar  la  oración   y la purificación. Por Jesucristo nuestros Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que esta oblación borre nuestros pecados, santifique los cuerpos y las almas de tus siervos y nos prepare a celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Te damos gracias, Señor porque al darnos en este sacramento el cuerpo glorioso de tu Hijo nos haces participes  ya en este mundo, de los bienes eternos de tu reino.  Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 22: Ped. 5, 1-4;  Sal  22;  Mt. 16,   13-19.
Martes 23: Is. 1, 10. 16-20;  Sal  49; Mt. 23, 1-12.
Miércoles  24: Jer. 18, 18-20; Sal 30; Mt. 20, 17-28.
Jueves 25: Jr.  17, 5-10;  Sal 1;  Lc.   16, 19-31.
Viernes 26: Gn. 37, 3-4, 12-13ª,17b-28.; Sal 104; Mt. 21, 33-43, 45-46.
Sábado 27: Mi. 7, 14-15.18-20; Sal 102; Lc. 15, 1-3.11-32.
Domingo 28: Ex. 3, 1-8ª.13-15; Sal 102; C0r. 10, 1-6.10-12; Lc. 13, 1-9.

COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc/09/28b-36
Par.: Mt 17, 1-9  Mc 9, 2-10

1.- Texto. Tres puntos revisables. Primero, la conversación de Moisés y Elías es sobre la salida de Jesús en Jerusalén. Segundo: Las palabras de Pedro son más fieles al original de la siguiente manera: nuestra presencia aquí es oportuna pues podemos construir tres tiendas. Tercero. La traducción litúrgica parece suponer que los envueltos en la nube son los discípulos. El original no es ni mucho menos tan explícito. Creo que los envueltos son Jesús, Moisés y Elías.
Lucas se centra en primer lugar en Jesús. Mientras ora, su rostro y sus vestidos empiezan a resplandecer. Dos hombres, también resplandecientes, le hablan de su resurrección en Jerusalén. A continuación se centra en Pedro, Juan y Santiago. No comprenden, y ante la marcha de Moisés y Elías se ofrecen voluntarios a construir alojamientos. Pero una nube envuelve a los tres seres gloriosos con el consiguiente miedo de Pedro y sus dos compañeros, que oyen cómo una voz les habla de Jesús.
ALBERTO BENITO
DABAR 1986, 16



2.- Texto. Se articula dentro de un contexto en el que Jesús acaba de hablar de su muerte y de su resurrección, de la necesidad de ese camino para todo el que quiera ser su discípulo y del anuncio de que algunos de los presentes verán el Reino de Dios antes de que mueran.
En este contexto Lucas nos presenta a Jesús subiendo a un monte en compañía de Pedro, Juan y Santiago, con la finalidad concreta de orar, y no de manifestarse a sus discípulos. La referencia a la oración es típica de Lucas. Un judío oraba varias veces al día, pidiendo a Dios la venida del Mesías. Lucas parece presuponer que se trata de la oración de primeras horas de la noche, puesto que de los tres discípulos dice más adelante que se caían de sueño.
MU/EX: La descripción de la transformación de Jesús y el diálogo con Moisés y Elías la sitúa Lucas durante la oración de Jesús. La escenografía es escatológica: color blanco, brillo, gloria o resplandor, Moisés y Elías, cuya vuelta se esperaba para el final de los tiempos. Es decir, Lucas se sitúa en este final y lo describe desde las concepciones y los símbolos con que los judíos se lo imaginaban. El diálogo versa sobre el éxodo de Jesús. Es el término que emplea el texto griego, y no muerte como dice la traducción litúrgica. El término, en sí mismo, suena al éxodo de Israel, a su salida de la cautividad de Egipto para entrar en la tierra prometida. Tanto Moisés como Elías habían hecho la experiencia de un camino que va de la opresión a la liberación.
La experiencia de Elías la encuentras en 1 Reyes 19. El camino del que ha hablado Jesús a sus discípulos en el texto anterior al de hoy es exactamente el mismo: de la muerte (opresión) a la resurrección (liberación).
En medio de la escenografía escatológica entran en acción Pedro y sus dos compañeros. Su entrada coincide con la marcha de Moisés y Elías, marcha que Pedro cree poder evitar haciendo una propuesta desafortunada. No sabía lo que decía. La situación escatológica sigue. El propio Dios se hace presente bajo el símbolo de una nube envolvente y habla a los tres discípulos sobre Jesús. Moisés y Elías no están ya. Sólo Jesús es el importante y a quien hay que escuchar, ya que se trata de un mensajero o enviado muy especial: es el Hijo de Dios. Los éxodos pasados, representados por Moisés y Elías, no existen ya, eran prefiguraciones, anticipos. El éxodo último y definitivo, que completa y da sentido a los anteriores, es el de Jesús, su muerte y su resurrección. Cuando éstos tengan lugar realmente, algo decisivo habrá acontecido en el tiempo: éste habrá empezado a ser efectivamente escatológico, es decir, último y definitivo. Hoy, segundo domingo de cuaresma, todo esto tiene sólo valor literario. El domingo de Pascua todo esto tendrá además valor real.
Resumiendo: En su línea de instrucción cristiana expresiva y gráfica Lucas nos presenta la muerte y resurrección de Jesús como el último y definitivo éxodo, que da paso al nuevo tiempo.
Comentario. Caminar en cristiano es hacerlo en comunicación con Dios. Una vez más insiste Lucas en esto ofreciéndonos el modelo de Jesús en oración. Pero sigue sin ofrecernos el modelo de oración de Jesús. Esto lo hará más adelante, en el cap., 11: el Padrenuestro. Según este modelo, orar es pedir a Dios que Él sea realidad entre nosotros, de forma que entre nosotros todo sea diferente.
Al ser Dios realidad en Jesús, Lucas concibe el camino de Jesús como la realización de lo que en la Biblia se llama el Reino de Dios. Culminación y apoteosis de este Reino es la resurrección de Jesús. Desde ella escribe Lucas su relato, imaginándosela como muchos judíos imaginaban entonces el final de los tiempos.
El modelo de camino de Jesús es un modelo de éxodo, es decir, el sentido de la marcha va de la opresión a la liberación. Ese es también el modelo de camino al que somos invitados. Siguiendo, pues, el camino de Jesús sabemos por anticipado y con absoluta certeza que caminamos en dirección liberadora. Con un bagaje así, tan poco pesado y sin embargo tan importante, el camino es otra cosa.
A.- BENITO
DABAR 1989, 14



3.- Los tres discípulos que serían testigos del abatimiento de Jesús en Getsamaní, fueron elegidos antes para ver su gloria en el Tabor.
La blancura de los vestidos de Jesús y el nuevo aspecto de su rostro (Mateo dice que aquellos se tornaron blancos como la luz y que su rostro resplandecía como el sol) no son más que la manifestación de la dignidad y la gloria que le correspondía como Hijo de Dios. Moisés y Elías, representando a la Ley y los Profetas -todo el Antiguo Testamento-, conversan con Jesús de lo que aún ha de cumplirse en Jerusalén. Toda la historia de la salvación culmina en Jesucristo, pero el momento de esta culminación es la hora de su exaltación en la cruz. El Tabor no se explica sin el Calvario. TABOR/CALVARIO
A pesar de que sólo hace seis días (Mt 17, 1) desde que Jesús les había anunciado su pasión y muerte en Jerusalén y había reprendido precisamente a Pedro porque intentó torcer su camino, éste sigue sin entender nada. Piensa que ha llegado la hora de disfrutar el triunfo y que puede ahorrarse lo que ha de suceder todavía.
La "nube", o la "columna luminosa", es en la biblia el símbolo de la presencia de Dios. Aquí aparece como respuesta a la proposición de Pedro. De la nube sale la voz de Dios. El signo de la nube es interpretado por la palabra. Y la palabra confirma a Jesús como enviado de Dios, como Hijo que ha venido a cumplir su voluntad. A él deben atenerse Pedro y sus compañeros. Lo fascinante y lo tremendo de la presencia de Dios, de la teofanía, se advierte en las palabras de Pedro y en el temor de los tres discípulos al ser introducidos dentro de la nube.
La transfiguración, que el evangelista sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido otra cosa que una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento para seguir caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que todo se cumpla y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9).
EUCARISTÍA 1982, 11



4..- Texto. Sirviéndose de un dato cronológico preciso, el autor relaciona la escena que va a seguir con las palabras precedentes de Jesús (cfr. estas palabras en Lc. 9, 22-27). El marco y la circunstancia son los mismos que en Lc. 6, 12. Descripción de la escena en los vs. 29-31. Es importante observar que el autor deja fuera de esta descripción a Pedro, Santiago y Juan. Así pues, el autor divide en dos al grupo que ha subido a la montaña. De un lado, Jesús: de otro, los tres. Si seguimos observando con atención, percibiremos que entre Jesús y los tres no hay comunicación de ningún tipo. Jesús habla de sus cosas con Moisés y Elías, pero no con Pedro, Santiago y Juan. Más aún, Pedro no sabe lo que dice. Tenemos, pues, el ámbito de Jesús por un lado y el ámbito de los tres por otro. Dos ámbitos irreductibles, puesto que no pueden comunicarse ni, consiguientemente, entenderse. La solución a esta situación es la nube, conocido vehículo plástico de la presencia de Dios. Envolviéndolos a los tres, la nube los sitúa en el ámbito mismo en que están Jesús, Moisés y Elías. La comunicación puede ya tener lugar y con ella el entendimiento.
Comentario. Como indicaba al comienzo, el texto de hoy tiene mucho que ver con las palabras de Jesús en Lc. 9, 22-27, palabras que a su vez habían sido motivadas por la anterior respuesta de Pedro a la pregunta de quién es Jesús (cfr. Lc. 9, 18-20). Entre Pedro y Jesús se había producido una dialéctica, una tensión.
Pedro tiene una concepción de la persona de Jesús que Jesús ni comparte ni acepta. Ambos se mueven en ámbitos distintos. Es lo que Lucas pone plásticamente de manifiesto en el relato de hoy.
PEDRO/INCREDULIDAD D/IMAGENES-FALSAS: Pero si de la constatación del hecho de la disparidad de concepciones pasamos a los contenidos de esa disparidad, la sorpresa que nos llevaremos será mayúscula, pues descubrimos que Pedro se mueve ni más ni menos en la misma línea en que se movía el tentador del domingo pasado. Pedro concibe a Jesús en términos del omnipotente que puede y debe imponer su mano. Pedro no entra por la concepción de un Jesús trajinado por el acontecer histórico. Pedro no entra por Jerusalén. Pedro quiere un Jesús fuerte, de rompe y rasga, que ponga las cosas en su sitio con autoridad y dominio. En última instancia: quiere un Dios como tiene que ser. ¡Un Dios como tiene que ser! ¡Qué expresión tan castiza y significativa! Pero, mira por dónde, Dios no quiere ser así. La voz de Dios, al final del relato, tiene de todo menos de omnipotente y poderosa. No es una orden; es una invitación. ¡Qué fantástico es este Dios de Jesús! Cansado de ser el Dios que los humanos queremos que sea, hoy nos pide que le dejemos ser simplemente el Dios de Jesús y que le aceptemos así. El domingo pasado hablábamos de tentaciones de Jesús. Hoy hay que hablar de tentaciones de Pedro. Los dos relatos se complementan para ofrecernos un Dios inédito. Inédito porque sigue habiendo muchos Pedros que desean un Dios como tiene que ser, un Dios en su puesto.
EUCARISTÍA 1983, 17



5.- "Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar": La narración de la transfiguración en Lucas sigue a las palabras sobre el seguimiento y las actitudes del discípulo. Se trata de presentar a quién se sigue. Es imposible determinar lo que hay en la escena de histórico y lo que hay de simbólico. No podemos reducirlo a una sola dimensión y debe leerse desde la perspectiva postpascual.
-"Pedro y sus compañeros... vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él ": Jesús habla con Moisés y Elías sobre su "muerte". Literalmente el término es "éxodo", que adquiere una riqueza de sentidos: en el marco geográfico de Lc es una referencia al camino que Jesús inicia hacia Jerusalén y que le conducirá a la muerte; y con el trasfondo del AT es la referencia a la liberación de Egipto (fijémonos en la relación de Moisés con el Éxodo y, también, de Elías con el monte del Horeb, lugar de la alianza), clave de la manifestación de la gloria del Señor. Jesús caminando hacia la muerte también manifiesta la gloria del Señor a sus discípulos.
-"Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle ": Hay ciertamente una estrecha relación de esta escena con la del Bautismo. Si hasta ahora, en el evangelio, Jesús ha sido presentado como el Mesías y el Hijo del Hombre, ahora se da un paso más en la comprensión de su personalidad: es el Hijo que hay que escuchar para entrar en la gloria del Reino. Las figuras de Moisés y Elías hacen de contraluz. Son los dos representantes de los profetas que se tenía que escuchar en la Antigua Alianza. Ahora hay que escuchar a Jesús "solo".
-"Ellos guardaron silencio... ": Durante el ministerio de Jesús, los discípulos, pese a haber entrado en la nube de la revelación de Dios, no han sido aún capaces de entender y expresar claramente quién es Jesús. Después de la resurrección serán capaces de proclamar la gloria que han contemplado en el Hijo.
J. NASPLEDA
MISA DOMINICAL 1995, 4



6.- Otra epifanía de Jesús, nueva teofanía de Dios: «mientras oraba» el hombre interior de Jesús se manifiesta, descorriendo el velo de su cuerpo.
La escena está llena de contrastes. Jesús se encuentra en plena gloria pero habla de su muerte. Los discípulos casi entran en el cielo, pero están asustados y «se caían de sueño». Quieren quedarse allí, pero tienen que bajar y subir a Jerusalén. Dios les manifiesta al Hijo escogido, pero se les ordena no decir nada.
Se trata de un anticipo de nuestra esperanza. Jesús transfigurado es el modelo en el que seremos transformados. Pero antes hay que escucharle, hay que seguirle, hay que subir con él hasta la cruz, hay que entrar en la nube de Dios. La cruz es la gran teofanía de Dios, y es amando hasta la muerte como nos transformaremos definitivamente. No es cuestión de hacer chozas en el monte, sino de bajar a las simas donde sufren los hermanos.
En el relato hay circunstancias parecidas a las alianzas con Abraham y con Moisés, sólo que en plenitud.
CARITAS
PASTOR DE TU HERMANO
CUARESMA 1986.Pág. 30


viernes, 12 de febrero de 2016

LECTURA Y COMENTARIO I DOMINGO CUARESMA CICLO C - 14 FEBRERO 2016

LA TENTACIÓN: QUERER ESCAPARSE DEL ESFUERZO DE VIVIR


ORACION COLECTA

A celebrar un año más la santa Cuaresma concédenos, Dios todopoderoso avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en plenitud. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 26,4-10

Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado." Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios.».

SALMO RESPONSORIAL (90)

Está conmigo, Señor, en la tribulación

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R.

No se te acercará la desgracia, 
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R.

Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones. R.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré.» R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 10,8-13

La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón.» Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.»

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.».
Jesús le contestó: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre".».
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.».
Jesús le contestó: «Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".».
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".».
Jesús le contestó: «Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".».
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

PLEGARIA UNIVERSAL

Señor en este primer domingo de Cuaresma te pedimos nos des fortaleza y gracia para superar las tentaciones:

1.- Pidamos por la Iglesia Universal: al empezar este tiempo de Cuaresma, nos esforcemos en preparar nuestro corazón y meditando la Palabra de Dios, busquemos siempre hacer la voluntad divina. Roguemos al Señor.

2.- Pidamos por nuestras parroquias y por nuestras pequeñas comunidades que se esmeran en apoyar a nuestros hermanos abandonados y necesitados, para que  nuestro sacrificio y nuestra caridad alivien su sufrimiento. Roguemos al Señor.

3.- Pidamos por los que trabajan en pastoral de nuestra parroquia para que el Señor los bendiga e ilumine en el trabajo que desempeñan en bien de la evangelización. Roguemos al Señor.

4.- Pidamos por los hermanos que dejan sus casas e incluso sus tierras a causa de la violencia y la guerra para que no pierdan la esperanza, sino que más bien encuentren fortaleza, ánimo y apoyo gracias a l solidaridad y oración de todos nosotros. Roguemos al Señor.

Señor, en este tiempo de Cuaresma, a través de una selección adecuada de la Palabra de Dios para cada día, nos vas señalando el camino que debemos seguir, el Dios que nos ha llamado y Cristo que es el camino están con nosotros en esta marcha cuaresmal para llegar a la Pascua, signo del paso final y definitivo hacia el Padre Dios. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor que nuestra vida sea conforme con las ofrendas que te presentamos y que inauguran el camino hacia la Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Después de recibir el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor, te rogamos, Dios nuestro que hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca. Por Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO

“Tentación”: esta palabra evoca de ordinario unos combates parciales, muchas veces de orden sexual. Pero aquí, el desierto, el hambre, la impresionante toma de conciencia de Jesús en el momento de comenzar su misión, nos indican  la importancia más global de este combate. Se trata de la “gran tentación”: buscar en Dios unos poderes mágicos para orillar las dificultades. Durante su ayuno de cuarenta días en el desierto Jesús midió la enormidad de lo  que iba a emprender: cambiar las ideas sobre Dios, contradecir a los “sabios” oponerse a los poderosos, proponer una justicia y un amor que deberían superar en mucho lo que enseñaban los fariseos. Le dirán: “¿Quién eres tú para hablar de ese modo, si no eres más que un pobre Galileo?”. Y allí está el tentador de la gran tentación: “Si de verdad eres el Hijo de Dios, ¡qué gran poder tiene en tus manos!
Puedes subyugar al mundo entero”. Con esa fortaleza tan serena que revela el Espíritu, Jesús se niega a jugar a ser mago. El misterio de la encarnación es Dios que entra en la condición humana sin protección alguna y sin poderes especiales. Un superhombre no habría podido decirnos: “Síganme, imítenme”.
Y nosotros, los que queremos seguirle, ¿Vamos a pedir  facilidades y poderes mágicos? Es el mismo Jesús el que nos invita a pedírselo todo: el pan, el perdón, la ayuda que  necesitamos. Hay una buena petición de ayuda y una mala. Escuchemos bien la última réplica de Jesús: “Está mandado: No tentarás al Señor, tu Dios”. “Tentar a Dios” es esperar de él cosas que lo falsearían todo: lo que él es, lo que somos nosotros, la vida que nos da. Nos gustaría una vida menos penosa, menos angustiosa, llena de felicidad y de gozo. Y sentimos muchas veces la tentación de pedirle esto a la religión.
La fe nos ofrece no unos medios para hacer la vida más fácil, sino la posibilidad de vivir a fondo lo fácil y lo difícil. Esto, es llevar una verdadera vida de hombre: ser en el grado más alto lo que hay que ser y sacar partido de todo. El Padre Six definía así a santa Teresa de Lisieux: “Sacó partido de todo para amar”.  En eso es en lo que piensa Jesús durante los cuarenta días: en hacer lo que tiene que hacer, con los medios de un hombre, con el corazón y el corazón de un hombre. ¡Qué tonto  ese demonio que viene a proponerle unos medios mágicos para deslumbrar y subyugar  a todos! ¡Pero no es tan tonto! Sabe jugar con el espejismo de la gran tentación: utilizar caminos cortos y medios poderosos para triunfar. “Si de verdad eres el Hijo de Dios, ¡sírvete de tus poderes!”. También a nosotros nos sopla Satanás: “Dios te ama; lE puedes pedir todo”.  Hará incluso de profesor: “Está escrito.......”. Nosotros le responderemos con Jesús: “Está dicho” que no hay que pedirle a Dios que nos libre del esfuerzo de vivir.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 15: Lev. 19, 1-2.11-18; Sal 18; Mt. 25, 31-46.
Martes 16: Is. 55, 10-11; Sal 33; Mt. 6, 7-15.
Miércoles 17:  Jon. 3, 1-1º; Sal 50; Lc. 11, 29-32.
Jueves 18: Esther 14, 1.3-5.12-14; Saln137; Mt. 7, 7-12.
Viernes 19: Ez. 18, 21-28; Sal 129; Mt. 5, 20-26.
Sábado 20: Deut. 26, 16-19; Sal 118; Mt. 5, 43-48.

Domingo 21: Gn. 15, 5-12.17-18; Sal 26; Fl. 3, 17—4, 1; Lc. 9, 28b-36.